Diseña una sesión de yoga en casa

Por Sarah Harvison, directora del programa Global Yoga Ambassador

Tanto si tienes ya mucha experiencia con la savasana como si es la primera vez que desenrollas la esterilla, diseñar una sesión de yoga en casa es una buena manera de garantizar que te dedicas algo de tiempo incluso cuando el ajetreo cotidiano te lo pone difícil. Bastan unas cuantas posturas al día para que tu estado de ánimo mejore y esa buena onda se palpe en el ambiente doméstico. Según Sarah Harvison, nuestra directora del programa Global Yoga Ambassador, lo más importante es no obsesionarse con que tu práctica en casa sea perfecta; lo esencial es que la hagas tuya y la adaptes a tus gustos y tus necesidades. Sigue leyendo para descubrir los mejores consejos de Harv (como la conocemos cariñosamente por aquí) para empezar a practicar yoga en casa.

ELIGE TU OASIS

Una de las ventajas de practicar yoga en casa es conquistar un pequeño rincón de tu hogar y convertirlo en tu paraíso personal. Elige un lugar relativamente tranquilo en el que nadie te moleste. Con esto no queremos decir que tengas que escuchar el canto de los pájaros ni contemplar los rayos de sol colándose por la ventana; nos referimos simplemente a un lugar en el que puedas concentrarte. No pasa nada si hay ruido exterior o si pasan a verte los niños, las mascotas o tu pareja: acéptalo, ponte la ropa de yoga, reconcíliate con tu entorno y encuentra la calma sobre la esterilla.

UTILIZA ACCESORIOS

Los accesorios para yoga son un buen apoyo y te pueden ayudar a sentirte más a gusto durante la práctica. Plantéate invertir en un par de bloques, una correa, un bolster o un cojín. Si no tienes nada a mano, siempre puedes usar una pila de libros en lugar de los bloques y una comba o un cinturón como correa. Para una savasana de lo más cómoda, prepara una manta calentita para tumbarte y una almohada para ponértela debajo de las rodillas. También me gusta tener cerca un cuaderno y un bolígrafo para poder ir anotando las ideas que me vienen a la mente durante la práctica.

PREPARA EL AMBIENTE

Puedes decorar la zona con objetos que tengan un significado especial para ti, como cristales o plantas. Incluye cosas que te hagan sentir querida o querido, o que representen devoción y crecimiento. Por ejemplo, la zona donde yo hago yoga está decorada con una foto de mis padres y un collar de cuentas para meditación que me dio un alumno. Para concentrarme mejor me encanta encender una vela, como las velas de cera de coco de Woodlot. Los aromas también son una excelente manera de meterte mentalmente en la práctica. Puedes utilizar un difusor con tu aceite favorito (como la mezcla Diosa, de Saje), limpiar el espacio con humo de palo santo o ponerte unas gotitas de aceite de lavanda en las muñecas. Además, necesito pensar muy bien la lista de reproducción que voy a escuchar durante la práctica. Aun así, no es necesario que dediques demasiado tiempo a diseñar cada centímetro de tu espacio; en realidad, hacer yoga es la mejor manera de convertirlo en un rincón especial.

PIENSA EN CUÁL ES TU INTENCIÓN

Instaurar en casa una buena práctica de yoga requiere un compromiso firme y constante. Date tiempo para crear el hábito; al final, te alegrarás de haberlo hecho. Lo más importante es que recuerdes que no hay una manera correcta o incorrecta de hacer yoga. Deja que el yoga te guíe: no existe una fórmula perfecta para practicarlo. Limítate a dejarte llevar por las sensaciones: fíjate en cómo se siente tu mente y tu corazón y date permiso para moverte, sentir y respirar como mejor te venga a ti. Disfruta de la práctica.

 

Encuentra la práctica idónea para ti en nuestra selección de vídeos de yoga para hacer en casa. Puedes echarles un vistazo aquí. Ten en cuenta que están en inglés.